LUCAS 19:41-44
"Al acercarse y viendo la ciudad, lloró por ella, 42.y dijo: «¡Si al menos en este día tú conocieras los caminos de la paz! Pero son cosas que tus ojos no pueden ver todavía. 43. Vendrán días sobre ti en que tus enemigos te cercarán de trincheras, te atacarán y te oprimirán por todos los lados. 44. Te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has reconocido el tiempo ni la visita de tu Dios.»"
MATEO 13:37
37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!
APOCALIPSIS 18:24
24 Y en ella fue hallada la sangre de los profetas, de los santos y de todos los que habían sido muertos sobre la tierra.
APOCALIPSIS 11:8
8 Sus cadáveres quedarán tendidos en la plaza de la gran ciudad, llamada en sentido figurado[b] Sodoma y Egipto, donde también fue crucificado su Señor.
ISAÍAS 1:21
21
¿Cómo te has convertido en RAMERA, oh ciudad fiel? Llena estuvo de
justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas.
OSEAS 9:1
No te alegres, Israel;
No hagas fiesta como las naciones,
Porque te has prostituido.
¡Le has sido infiel a tu Dios!
Prefieres la paga de PROSTITUTA
Que recibes en todos los trigales.[a]
Que recibes en todos los trigales.[a]
"JEREMÍAS, 3:1-1
«Si
un hombre despide a su esposa y ella, alejándose de él, pasa a ser esposa de
otro, ¿podrá volver a él de nuevo? ¿No sería un escándalo para todo el país?
Pues bien, tú
has andado con muchos amantes ¿y pretendes volver a mí?"
"2.
Alza los ojos hacia los cerros y mira: no hay lugar en que no te hayas prostituido.
Junto al camino te sentabas para esperar, como la mujer árabe en el desierto, y
manchaste tu
país con tus prostituciones y tus crímenes."
EZEQUIEL 8:1-18
1
Y sucedió en el año sexto, en el día cinco del sexto mes, que estando yo
sentado en mi casa y los ancianos de Judá sentados ante mí, bajó allí sobre mí
la mano del Señor DIOS. 2 Entonces miré, y he aquí, una figura con aspecto de
hombre; desde sus lomos para abajo tenía la apariencia de fuego, y desde sus
lomos para arriba la apariencia de un resplandor, como el aspecto de un metal
refulgente. 3 Y extendió algo semejante a una mano y me tomó por un mechón de
mi cabello; y el Espíritu me alzó entre la tierra y el cielo y me llevó a
Jerusalén en visiones de Dios, a la entrada de la puerta que mira al norte del
atrio interior, allí donde estaba la morada del ídolo de los celos que provoca
los celos. 4 Y he aquí, la gloria del Dios de Israel estaba allí, como la
visión que yo había visto en la llanura. 5 Y Él me dijo: Hijo de hombre,
levanta ahora tus ojos hacia el norte. Y levanté mis ojos hacia el norte, y he
aquí, al norte de la puerta del altar, estaba el ídolo de los celos a la entrada. 6
Entonces me dijo: Hijo de hombre, ¿ves lo que hacen éstos, las grandes
abominaciones que comete aquí la casa de Israel para que me aleje de mi
santuario? Pero aún verás mayores abominaciones. 7 Después me llevó a la
entrada del atrio, y cuando miré, he aquí, había un agujero en el muro. 8 Y me
dijo: Hijo de hombre, cava ahora en el muro. Cavé en el muro, y he aquí una
entrada. 9 Entonces me dijo: Entra y ve las perversas abominaciones que ellos
cometen aquí. 10 Entré, pues, y miré; y he aquí, había toda clase de reptiles y bestias y
cosas abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel estaban grabados en
el muro por todo alrededor. 11 Y de pie frente a ellos, estaban
setenta hombres de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías, hijo de
Safán, de pie entre ellos, cada uno con su incensario en la mano; y el aroma de
la nube de incienso subía. 12 Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿has visto lo
que hacen en la oscuridad los ancianos de la casa de Israel, cada uno en su
cámara de imágenes grabadas? Porque ellos dicen: "El SEÑOR no nos ve; el
SEÑOR ha abandonado la tierra." 13 Y me dijo: Aún verás que cometen
mayores abominaciones. 14 Entonces me llevó a la entrada de la puerta de la
casa del SEÑOR que está al norte; y he aquí, había allí mujeres sentadas llorando a
Tamuz. 15 Y me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? Aún verás mayores
abominaciones que éstas. 16 Entonces me llevó al atrio interior de la casa del
SEÑOR. Y he aquí, a la entrada del templo del SEÑOR, entre el pórtico y el
altar, había
unos veinticinco hombres de espaldas al templo del SEÑOR y de cara al oriente,
y se postraban hacia el oriente, hacia el sol. 17 Y El me dijo: ¿Has
visto, hijo de hombre? ¿Le parece poco a la casa de Judá cometer las
abominaciones que aquí han cometido, que han llenado la tierra de violencia y
me han provocado repetidas veces? Porque he aquí, se llevan el ramo a la nariz.
18 Por tanto, yo ciertamente obraré con furor. Mi ojo no tendrá piedad, ni yo
perdonaré; y aunque griten a mis oídos con gran voz, no los escucharé.
EZEQUIEL
16
INFIDELIDAD
DE JERUSALÉN
1El
Señor me dirigió la palabra: 2 «Hijo de hombre, échale en cara a Jerusalén sus
prácticas repugnantes. 3 Adviértele que así dice el Señor omnipotente:
“Jerusalén, tú eres cananea de origen y de nacimiento; tu padre era amorreo y
tu madre, hitita. 4 El día en que naciste no te cortaron el cordón umbilical;
no te bañaron, no te frotaron con sal, ni te envolvieron en pañales. 5 Nadie se
apiadó de ti ni te mostró compasión brindándote estos cuidados. Al contrario,
el día en que naciste te arrojaron al campo como un objeto despreciable.
6
»”Pasé junto a ti, y te vi revolcándote en tu propia sangre y te dije: ¡Sigue
viviendo; 7 crece como planta silvestre!
»”Tú
te desarrollaste, y creciste y te hiciste mujer. Y se formaron tus senos, y te
brotó el vello, pero tú seguías completamente desnuda.
8
»”Tiempo después pasé de nuevo junto a ti, y te miré. Estabas en la edad del
amor. Extendí entonces mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez. Me comprometí e
hice alianza contigo, y fuiste mía. Lo afirma el Señor omnipotente.
9
»”Te bañé, te limpié la sangre y te perfumé. 10 Te puse un vestido bordado y te
calcé con finas sandalias de cuero. Te vestí con ropa de lino y de seda. 11 Te
adorné con joyas: te puse pulseras, collares, 12 aretes, un anillo en la nariz
y una hermosa corona en la cabeza. 13 Quedaste adornada de oro y plata, vestida
de lino fino, de seda y de telas bordadas. Te alimentabas con el mejor trigo, y
con miel y aceite de oliva. Llegaste a ser muy hermosa; ¡te sobraban cualidades
para ser reina! 14 Tan perfecta era tu belleza que tu fama se extendió por
todas las naciones, pues yo te adorné con mi esplendor. Lo afirma el Señor
omnipotente.
15
»”Sin embargo, confiaste en tu belleza y, valiéndote de tu fama, te
prostituiste. ¡Sin ningún pudor te entregaste a cualquiera que pasaba! 16 Con
tus mismos vestidos te hiciste aposentos idolátricos de vistosos colores, y
allí te prostituiste. ¡Algo nunca visto! 17 Con las joyas de oro y plata que yo
te había obsequiado, hiciste imágenes masculinas, y con ellas te prostituiste
ofreciéndoles culto. 18 Les pusiste tus vestidos bordados, y les ofreciste mi
aceite y mi perfume. 19 Como ofrenda de olor fragante les presentaste el
alimento que yo te había dado: el mejor trigo, el aceite de oliva y la miel. Lo
afirma el Señor omnipotente.
20
»”Tomaste también a los hijos y a las hijas que tuviste conmigo y los
sacrificaste como alimento a esas imágenes. ¡No te bastaron tus prostituciones!
21 Inmolaste a mis hijos y los pasaste por fuego como ofrenda en honor de esos
ídolos. 22 En todas tus repugnantes prácticas y prostituciones no te acordaste
de los días de tu infancia, cuando estabas completamente desnuda y te
revolcabas en tu propia sangre.
23
»”¡Ay de ti, ay de ti! —afirma el Señor omnipotente—. Para colmo de tus
perversidades, 24 construiste prostíbulos en cada plaza. 25 ¡No hubo esquina
donde no te exhibieras para prostituirte! Te abriste de piernas a cualquiera
que pasaba, y fornicaste sin cesar. 26 Te acostaste con los egipcios, tus
vecinos de grandes genitales, y para enfurecerme multiplicaste tus
fornicaciones. 27 Yo levanté mi mano para castigarte y reduje tu territorio; te
entregué a las ciudades[a] filisteas, que se avergonzaban de tu conducta
depravada. 28 Una y otra vez fornicaste con los asirios, porque eras
insaciable. 29 Lo mismo hiciste con los comerciantes de Babilonia, y ni así
quedaste satisfecha.
30
»”¡Qué mente tan depravada la tuya! —afirma el Señor omnipotente—. ¡Te
comportabas como una vil prostituta! 31 Pero, cuando en cada plaza armabas un
prostíbulo y te exhibías en cada esquina, no te comportabas como una
prostituta, ¡pues no cobrabas nada!
32
»”¡Adúltera! Prefieres a los extraños, en vez de a tu marido. 33 A todas las
prostitutas se les paga; tú, en cambio, les pagas a tus amantes. Los sobornas
para que vengan de todas partes a acostarse contigo. 34 En tu prostitución has
sido diferente de otras mujeres: como nadie se te ofrecía, tú pagabas en vez de
que te pagaran a ti. ¡En eso sí eras diferente de las demás!
35
»”Por tanto, prostituta, escucha la palabra del Señor. 36 Así dice el Señor
omnipotente: Has expuesto tus vergüenzas y exhibido tu desnudez al fornicar con
tus amantes y con tus ídolos; a estos les has ofrecido la sangre de tus hijos.
37 Por tanto, reuniré a todos tus amantes, a quienes brindaste placer; tanto a
los que amaste como a los que odiaste. Los reuniré contra ti de todas partes, y
expondré tu desnudez ante ellos, y ellos te verán completamente desnuda. 38 Te
juzgaré como a una adúltera y homicida, y derramaré sobre ti mi ira y mi celo.
39 Te entregaré en sus manos, y ellos derribarán tus prostíbulos y demolerán
tus puestos. Te arrancarán la ropa y te despojarán de tus joyas, dejándote
completamente desnuda. 40 Convocarán a la asamblea contra ti, y te apedrearán y
te descuartizarán a filo de espada. 41 Incendiarán tus casas, y en presencia de
muchas mujeres ejecutarán la sentencia contra ti. Yo pondré fin a tu
prostitución, y ya no volverás a pagarles a tus amantes. 42 Así calmaré mi ira
contra ti y se apaciguarán mis celos; me quedaré tranquilo y sin enojo. 43 Yo
te hago responsable de tu conducta por haberte olvidado de los días de tu
infancia, por haberme irritado con todas estas cosas, y por haber agregado
infamia a tus prácticas repugnantes. Lo afirma el Señor.
44
»”Los que acostumbran citar refranes dirán esto de ti: ‘De tal palo, tal
astilla’. 45 Tú eres igual a tu madre, que despreció a su marido y a sus hijos;
eres igual a tus hermanas, que despreciaron a sus maridos y a sus hijos. La
madre de ustedes era hitita, y su padre, amorreo. 46 Tu hermana mayor es
Samaria, ubicada al norte de ti con sus aldeas.[b] Tu hermana menor es Sodoma,
ubicada al sur de ti con sus aldeas. 47 No solo has seguido su conducta, sino
que has actuado según sus prácticas repugnantes. En poco tiempo llegaste a ser
peor que ellas. 48 Yo, el Señor, lo juro por mí mismo: ni tu hermana Sodoma ni
sus aldeas hicieron jamás lo que tú y tus aldeas han hecho. 49 Tu hermana
Sodoma y sus aldeas pecaron de soberbia, gula, apatía, e indiferencia hacia el
pobre y el indigente. 50 Se creían superiores a otras, y en mi presencia se
entregaron a prácticas repugnantes. Por eso, tal como lo has visto, las he
destruido. 51 ¡Pero ni Samaria ni sus aldeas cometieron la mitad de tus
pecados! Tú te entregaste a más prácticas repugnantes que ellas, haciendo que
ellas parecieran justas en comparación contigo. 52 Ahora tú, carga con tu
desgracia; porque son tantos tus pecados que has favorecido a tus hermanas al
hacerlas parecer más justas que tú. ¡Avergüénzate y carga con tu desgracia! Has
hecho que tus hermanas parezcan más justas que tú.
53
»”Pero yo cambiaré su suerte, la suerte de Sodoma y de Samaria, con sus
respectivas aldeas, y haré lo mismo contigo. 54 Así cargarás con tu desgracia y
te avergonzarás de todo lo que hiciste, y les servirás de consuelo. 55 Tú y tus
dos hermanas, con sus respectivas aldeas, volverán a ser como antes. 56 ¿Acaso
no te burlabas de tu hermana Sodoma en tu época de orgullo, 57 antes de que se
hiciera pública tu maldad? Ahora te has vuelto el hazmerreír de las aldeas
edomitas y filisteas, ¡y por todas partes te desprecian! 58 Sobre tus hombros
llevas el peso de tu infamia y de tus prácticas repugnantes. Lo afirma el
Señor.
59
»”Así dice el Señor omnipotente: Te daré tu merecido, porque has menospreciado
el juramento y quebrantado la alianza. 60 Sin embargo, yo sí me acordaré de la
alianza que hice contigo en los días de tu infancia, y estableceré contigo una
alianza eterna. 61 Tú te acordarás de tu conducta pasada, y te avergonzarás
cuando yo acoja[c] a tus hermanas, la mayor y la menor, para dártelas como
hijas, aunque no participan de mi alianza contigo. 62 Yo estableceré mi alianza
contigo, y sabrás que yo soy el Señor. 63 Cuando yo te perdone por todo lo que
has hecho, tú te acordarás de tu maldad y te avergonzarás, y en tu humillación
no volverás a jactarte. Lo afirma el Señor omnipotente”».
La interpretación que
hacen diversos estudiosos bíblicos,
apunta a que se refiere a la Jerusalén terrenal
(Apocalipsis 11:8) que contrasta, con la Nueva Jerusalén del final del libro
del Apocalipsis.
Las siete colinas en las
que está sentada (Apocalipsis 17:9) son las siete colinas de Jerusalén.
La caída de Babilonia de Apocalipsis, el sitio y la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C.
Las vestimentas de la mujer, son similares a las del Sumo Sacerdote del Templo de Jerusalén (Éxodo 28:6)
La caída de Babilonia de Apocalipsis, el sitio y la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C.
Las vestimentas de la mujer, son similares a las del Sumo Sacerdote del Templo de Jerusalén (Éxodo 28:6)
Varios profetas del
Antiguo Testamento (Isaías 1:21, Jeremías 2:20, Jeremías 3:1-11, Ezequiel
16:1-43) y en Gálatas 4:25, se hacen mención de las infidelidades de Jerusalén, como prostitución.
Por otra parte, Jesús
mismo atribuyó a la sangre derramada de los profetas y los santos (Mateo
23:24-37) a los Fariseos de Jerusalén, siendo usada la misma frase de forma casi
idéntica, en Apocalipsis 17:6, Apocalipsis 18:20 y Apocalipsis 18:24.
(Lc. 13.34-35)
37 !!Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y
apedreas a los que te son enviados! !!Cuántas veces quise juntar a tus
hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!
Apocalipsis 17:6
6 Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de
la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado, con
gran asombro.
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